ÓBIDOS. Portugal.
Óbidos se sitúa a unos 80 kilómetros al norte de Lisboa.
El término Óbidos deriva del latín oppidum que se traduce como ciudad fortificada. Antes de de la época romana, en Óbidos ya existió un castro celtíbero. Incluso se dice que también pudieron asentarse un grupo de fenicios procedente de Oriente Próximo.
Tras la época romana y el Alto Medievo llega el esplendor de Óbidos a partir del siglo XIII cuando el rey Dionisio I, hijo de Alfonso III de Portugal y Beatriz de Castilla, se casa con Isabel de Aragón en 1282 y decide hacerle un inesperado regalo de bodas: Óbidos.
A partir de ese momento pasó a pertenecer a la Casa das Rainhas, el patrimonio que los monarcas entregaban a sus esposas. Es así como Óbidos comienza su época de gloria: cada reina quiere dejar su sello en el pueblo que pasa a denominarse de forma coloquial como la Vila das Rainhas. En el siglo XIX la localidad deja de pertenecer al patrimonio monárquico.
LA PLAZA DE SANTA MARÍA EN ÓBIDOS. Portugal.
La Plaza de Santa María es el centro neurálgico de la ciudad, en ella hay varios monumentos interesantes como el Solar dos Alboins que alberga la oficina de correos. La fuente real construida en el siglo XVI, hasta la que llega el agua traída del acueducto que luego veremos. El Solar da Praça de Santa Maria, una casa señorial del siglo XVII en la que se encuentra el Museo Municipal. La Iglesia de Santa María, que es la Iglesia más importante de Óbidos y aquí se casó el rey Alfonso V.
El Pelourinho, o una picota de piedra que se utilizaba para colgar delincuentes, regalo de la reina Leonor.