OSUNA-SEVILLA. España.
A una hora de la capital, este municipio milenario de origen íbero se alza sobre un cerro dominado por su imponente Colegiata.
Osuna fue turdetana, como indican sus canteras, conocidas como la Petra de Andalucía.
También la conquistaron los romanos y fundaron la gran urbe llamada Urso, de la que hoy se conservan la necrópolis, parte del teatro y numerosos restos arqueológicos. Sirvió de bastión a Julio César en la batalla de Munda contra los hijos de Pompeyo.
En época musulmana recibió el nombre de Osona u Oxuna, aunque aparte del nombre no quedan vestigios destacables de esta época.
Fue conquistada en 1239 por el rey cristiano Fernando III, pero no fue hasta el siglo XVI, bajo la influencia de la casa ducal, cuando esta ciudad se convierte en el centro de la extensa comarca que sigue liderando en la actualidad.
El origen de Osuna se remonta hasta hace unos tres mil años, cuando los turdetanos habitan la ciudad que más adelante se conocería como Urso.
En el año 44-43 a. C., cumpliendo una previsión anterior de Julio César, fue refundada por Marco Antonio con veteranos de las últimas guerras civiles, dándole el estatuto de colonia de ciudadanos romanos y el nombre oficial de Colonia Genetiva Iulia, también documentado en algunas inscripciones. Se conserva, aunque incompleta, su ley colonial fundacional, una importante inscripción de bronce en varias tablas, conocida como Lex Ursonensis (aunque el nombre "Urso" no aparece en ella ni una vez), que se custodia en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
Un siglo más tarde, Plinio el Viejo la cita como Colonia Genetiva Urbanorum Urso (NH, III.12).
Durante la invasión musulmana se denominó Oxona, siendo reconquistada en 1239 por los ejércitos castellanos de Fernando III el Santo.
En 1264 es entregada a la Orden de Calatrava, que crea la Encomienda de Osuna.
Por su situación estratégica, se convierte en un punto crucial para la defensa de la línea fronteriza con el reino nazarí de Granada.
En el siglo XV, los caballeros calatravos ceden la ciudad de Osuna a D. Pedro Téllez de Girón, cuyos descendientes reciben el título de Duques de Osuna durante el reinado de Felipe II.