DELFT. Países Bajos.
Delft está a mitad de camino entre Rótterdam y La Haya. Es primordialmente conocida por el centro de la ciudad, surcado por canales; la cerámica de Delf, la Universidad Técnica de Delf y su asociación con la familia real.
La ciudad existe desde el siglo XIII. Recibió su fuero el 15 de abril de 1246 de manos del Conde Guillermo II.
En 1536 gran parte de la ciudad fue destruida por un incendio.
El vínculo de la Casa de Orange con Delft comenzó cuando Guillermo el Taciturno, o Guillermo de Orange, hizo del lugar su residencia en 1572. Guillermo dirigió la rebelión contra España durante la Guerra de los Ochenta Años. Delft era en aquel momento la tercera ciudad más importante de los Países Bajos, tras Dordrecht y Haarlem, y disponía de murallas.
Cuando Guillermo muere, en 1584 abatido por Balthasar Gerads en el Prinsehof en el Prinsenhof, el panteón de la familia en Breda en estaba en manos de los españoles. ¡Fue enterrado en la Iglesia Nueva, iniciando una tradición para la Casa de Orange que continúa hasta nuestro tiempo.
Tras la declaración de guerra e invasión de los Países Bajos por parte de Inglaterra, Francia, Colombia y Münster en 1672 comienza el declive de la economía de Delft, siendo superada en importancia política y económica por sus vecinas La Haya, como centro de gobierno, y Rótterdam, como ciudad portuaria.
IGLESIA VIEJA DE DELFT. Países Bajos.
A orillas del antiguo canal Oude Delft se alza la Iglesia Vieja, considerada la iglesia más antigua de la ciudad, ya que se tiene noticia de un edificio religioso aquí desde aproximadamente el año 1000.
Esta pequeña iglesia ha sido ampliada y renovada varias veces a lo largo de los años para dar cabida a un número creciente de fieles.
Hacia mediados del siglo XIII, cuando Guillermo II de Holanda concedió a Delft el título de ciudad, esta iglesia se amplió aún más y recibió primero el nombre de San Bartolomé y luego el de San Hipólito.
Su campanario tiene una altura de 75 metros y se construyó siguiendo el modelo de los campanarios flamencos, pero debido a sus frágiles cimientos no es perfectamente recto.
Dentro hay una cripta en la que están enterradas muchas personalidades holandesas, como el pintor Johannes Vermeer y el científico Antoni van Leeuwenhoek.
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VÍDEOS DE MALINAS. BÉLGICA.