Decía Voltaire que “el verdadero viaje de descubrimiento no es buscar nuevas tierras, sino mirarlas con nuevos ojos”, y creo que tenía razón.
Este Blog quiere darte a conocer lugares y rincones de Europa, y fundamentalmente de España.
Viajar te hace descubrir que el mundo es más grande que tu pueblo y reconocemos que “nadie se da cuenta de lo hermoso que es viajar hasta que vuelve a casa y descansa sobre su almohada vieja y conocida” (Lim Yutang).
Entra en cada entrada y descubrirás la magia y el encanto de muchos rincones que te cautivarán. Sumérgete en cada rincón de una ciudad, sus Iglesias y Catedrales, sus monasterios, sus parques y sus fuentes…. Todo ello te ayudará a valorar la belleza y la grandeza del pasado y podrás admirar a nuestros mayores que nos legaron lo mejor de ellos mismos y su Patrimonio cultural y arquitectónico.
Conocer una ciudad o un país es descubrir su gente, sus costumbres, sus monumentos y su manera de relacionarse… por eso, como señalaba San Agustín, “el mundo es un libro y aquellos que no viajan sólo leen una página”. Nuestros mayores y antepasados nos dejaron sus monumentos y nosotros tenemos la tarea de conservarlos, valorarlos y admirarlos.
ESPERO QUE ESTE BLOG NO TE DEFRAUDE.
QUÉ VER EN ARCOS DE LA FRONTERA-CÁDIZ. España.
Se encuentra situada a una altitud de 185 metros y a 67 kilómetros de la capital de provincia, Cádiz. Se ubica en un cerro junto al río Guadalete.
Como la mayoría de las poblaciones de la provincia, su ubicación ha estado ocupada desde tiempos prehistóricos. Arcos, por su propio enclave geográfico ha constituido en todos los tiempos un lugar estratégico. El nombre de Arx-Arcis (fortaleza en altura) proviene de su fundación romana, época en la que aparece como asentamiento "coloniae Arcensium", otro asentamiento romano fue Santiscal. Durante la época musulmana su denominación es Arkos, emergiendo como verdadera ciudad próspera y floreciente. En la época del Emirato dependiente de Damasco (711-715) perteneció a la "Cora" de Sidonia. Llegó a convertirse en el siglo, en un pequeño reino de Taifa bajo el dominio de Ben Jazrum, rey de origen beréber. En este período el recinto de la villa se amuralló y aunque no hay certeza de que se colmataran con edificaciones todos sus terrenos, se ha mantenido la compleja trama de manzanas, de esta época provienen el trazado de sus calles, el alcázar militar, la muralla, los molinos, etc
En 1255 y en 1264, el rey Alfonso X tomó la ciudad para Castilla, siendo cedida al Infante Don Enrique, aunque volvió a manos reales debido a su carácter fronterizo. En 1300 recibe el rango de Concejo.
En 1408 el rey pone la ciudad en manos de su privado Ruy López Dávalos, para otorgarla a los Ponce de León en 1440, Duques de Arcos, hasta bien entrado el siglo XVIII, alcanzando su cenit entre los siglos XV y XVII.
En el siglo XV se fundaron los Hospicios de los Franciscanos Descalzos y otro próximo a la Iglesia de San Pedro. El Ayuntamiento es trasladado a la Plaza del Castillo. La cárcel se traslada a una casa donde se construirá más tarde el Convento de Mercedarias Descalzas. En la Plaza del Castillo se situaron la alhóndiga y a su espalda la casa matadero.
A partir del siglo XVI se inicia la construcción del Convento de San Francisco (1510), el de religiosas de San Juan de Letrán (1539), el Hospital de San Roque y el de San Pedro. Igualmente se inicia la construcción de un nuevo matadero fuera de la Puerta de Jerez. Durante el siglo XVIII se produce una expansión urbana que supera la extensión de sus murallas árabes.
En 1706, Felipe V le concede el título de Noble y Fidelísima. El Terremoto de Lisboa de 1755, cambió su fisonomía, afectando a las Iglesias de Santa María, San Pedro y San Agustín, hundiéndose el muro norte del Castillo, que al caer al foso y enterrarlo, dio origen a la calle Nueva.
Durante el siglo XVIII, la ciudad se desarrolla definitivamente fuera del recinto amurallado, surgiendo tres enclaves: el barrio de la Corredera, el de más calidad, con las residencias de la burguesía, Hospital de San Juan de Dios, Pósito de Carlos III, Mesón del Duque e Iglesia de San Miguel; el barrio de San Francisco, en torno a la Iglesia de los Franciscanos del siglo XVI, en la que destaca la Capilla de las Aguas; y el barrio Bajo, cuyo origen puede estar en un asentamiento morisco en el actual barrio de Cómpeta.
En el siglo XIX, además de la epidemia de fiebre amrarilla y el paso de los franceses, que causaron daños en el Castillo y la Plaza, el hecho más importante para el patrimonio de Arcos es la desarmotización de Mendizábal. Se producen transformaciones de edificios religiosos y se ponen a la venta posesiones eclesiásticas rurales, que frenaron el incipiente desarrollo industrial, por la transformación de los promotores industriales en terratenientes.
En el siglo XX mejora la calidad de vida y se produce un desarrollo del sector turístico, siendo en el período 1950-70 cuando se produce el mayor crecimiento de la ciudad.
En el siglo XXI se ha convertido en la entrada de la Ruta de los Pueblos Blancos y Conjunto Histórico-Artìstico.
1.-MIRADOR DE LA PLAZA DEL CABILDO EN ARCOS DE LA FRONTERA-CÁDIZ. España.
El mirador de la Plaza del Cabildo es impresionante por las vistas del Valle Medio del Guadalete y tierras de labor.
Este mirador, colgado sobre la Peña es una cita obligada en la visita a Arcos de la Frontera.
Se encuentra cerca de la torre del Homenaje del Castillo.
2.-BASÍLICA DE SANTA MARÍA DE LA ASUNCIÓN EN ARCOS DE LA FRONTERA.
La Basílica de Santa María de la Asunción es la iglesia más antigua de la población.
Es la principal iglesia de Arcos, con su título concedido en 1746 por el Tribunal de la Rota, dando fin al litigio que mantenía con la Iglesia de San Pedro por cuestiones de antigüedad.
En 1993 recibió el de Basílica Menor.
Sus primaras construcciones data de los siglo XIII y XIV, sobre los restos de una mezquita árabe, siendo la torre neoclásica la parte más nueva del edificio.
Su fachada principal es de estilo gótico-plateresco.
3.-LA IGLESIA DE SAN PEDRO EN ARCOS DE LA FRONTERA-CÁDIZ. España.
Fue construida sobre los restos de una fortaleza árabe, a partir del S. XIV.
La torre fachada es barroca del XVIII cuya puerta está flanqueada por cuatro columnas salomónicas pareadas y sobre la cornisa aparece la imagen del Santo titular.