SAN SEBASTIÁN-GUIPÚZCUA. España.
Conocida como la Bella Easo, ya que se creía que la antigua ciudad romana de Oiasso se encontraba donde está la actual San Sebastián.
La villa de San Sebastián nace para ser puerto de Navarra, e inicialmente cumple su misión como tal. Pero no habían transcurrido muchos años, cuando en 1194, al acceder al trono Sancho el Fuerte en Navarra, se plantea una crisis entre ésta y San Sebastián.
Durante la Edad Media fue paso obligado del Camino de Santiago, lo que le proporcionó un gran esplendor cultural y monumental.
Gipuzkoa a partir del año 1200 rinde vasallaje al rey castellano Alfonso VIII, enemigo de Sancho el Fuerte.
Esta fama ya le viene de antiguo, comenzando tras la muerte del rey Alfonso XII, en 1885, cuando su viuda, la Reina Regente María Cristina, traslada todos los veranos la corte a San Sebastián. Para ello se construyó el Palacio de Miramar como residencia de veraneo de la familia real.
La Reina Regente María Cristina atrajo a otros notables de la época, y esto junto a la construcción del Casino en 1887 hizo que San Sebastián se convirtiese en un exclusivo lugar de veraneo para nobles y millonarios a finales del siglo XIX
En esta época se construyen numerosos edificios y se realiza una importante reforma urbanística, por lo que son los edificios de esta etapa los más reseñables de la ciudad, aparte de los más antiguos que encontramos en la Parte Vieja.
En 1914, y con el inicio de la I Guerra Mundial, San Sebastián se convierte en la ciudad más cosmopolita de Europa.
La Basílica de Santa María del Coro en San Sebastián fue proyectada por los arquitectos Lizardi e Ibero a mediados del s. XVIII y a su construcción contribuyó en gran medida la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas. En esta iglesia se encuentra la patrona de la ciudad: la Virgen del Coro. El trazado de la iglesia es de planta rectangular con remate semicircular, con el ábside empotrado en la sacristía. Posee planta de salón dividida en tres naves por grandes pilares octogonales de gran fuerza e igual altura, dando al recinto interior un aspecto unitario. Edificada a principios del s. XVI en austero estilo gótico, consta de tres naves de diferente altura y bóvedas de crucería. En su exterior se observan vestigios del tipo edificatorio fortificado, dado el carácter de plaza militar que San Sebastián poseía.